Al parecer estaba solo, a las afueras del bar la lluvia caía con tal fuerza que no me dejaba escuchar con claridad el tema Ray charles que sonaba de fondo. Le pedi al cantinero su mejor whisky sin hielos para poder ahogar mis penas en el. Eran cerca de las 11 de la noche, la gente corría apurada por las calles para no mojarse, de costumbre los pronósticos del tiempo no fueron asertivos. El vaso llego a mi lado y en un acto automático lo tome y acerque a mis labios. El primer sorbo me hizo recordar que mi cuerpo ya no era el de antes y que cada gota de alcohol que entraba a este era un paso más cerca de mi final. Termine el primero y pedi el segundo al cantinero con doble ración del mismo licor, la noche fue pasando y mis recuerdos apareciendo cada vez más nítidos en el fondo de cada vaso.
porque siempre escribes en relación al alcohol? sí, es un medio de despejarse de la realidad, pero es algo de lo que me percaté, nada tan tremendo.
ResponderEliminarsigue en busca de la perfección de tus escritos, para que no suene tan redundante... pero es así es tu Santiago :)
obvio buscando las palabras exactas y el mejor modo para poder decir las cosas de mi lindo y odiado santiago
ResponderEliminar